domingo, 28 de abril de 2013

Vamos al parque.

Uno de los principales defectos de una mala madre es que no le guste ir al parque, y una de las razones fundamentales es que en ese maravilloso lugar   no se pueden esconder los fallos a la vista de las madres de manual.
Cuando una mala madre baja al parque lo primero que le ocurre es que se siente desubicada. El motivo fundamental es que su falta de constancia hace que no establezca relaciones de amistad con otras madres que si son asiduas.
Consecuencia; llegas al parque y buscas desesperada alguien con quien hablar, esa madre tan simpática que se apiadó de ti la última vez que estuviste allí y te dio conversación. Lamentablemente no la ves por allí, posiblemente también era una mala madre que hoy ha conseguido escaquearse. 
Resignada a tu destino te dispones a buscar un buen rincón donde pasar desapercibida. 
Pero eso es casi imposible para la peor madre del año.
Cuando empiezas a relajarte tu hijo, que ha merendado estupendamente antes de bajar, mira con lástima, mientras se lamenta, al niño de al lado que está comiéndose unas galletas (aquí puedes añadir cualquier otra cosa como gusanitos, bocadillo, agua... ).
La buena madre de dicho niño se encarga de suplir tus carencias ofreciendo a tu hijo aquel "alimento vital" que tú has olvidado. Su generosidad va acompañada de una mirada de lástima hacia tu hijo, y de desprecio inmisericorde hacia ti. 
Después de deshacerte en agradecimientos te alejas discretamente del lugar, buscando otro rincón oscuro donde no ser reconocida como "la madre que no alimenta a su retoño".

Otra razón por la que no me gusta ir al parque es porque nunca acierto con los juguetes que mi hijo necesitará. Si llevo la bici esa tarde nos da por el cubo y la pala, que por supuesto tiene que dejarnos otra madre mas previsora y generosa. Si llevamos el cubo y la pala descubrimos con pavor que esa es la tarde de los coches, y así hasta el infinito.
El otro día decidí no ser sorprendida y bajar bien preparada. Sin nada que envidiar a un sherpa nepalí cargué con todos los juguetes.
Mi vecina del quinto cuando nos vio me preguntó si nos íbamos de vacaciones. Me dio vergüenza reconocer que solo iba al parque así es que le seguí la corriente y le conté un proyecto de viaje inexistente. (Las malas madres también somos mentirosas).
Cuando llegamos al parque y desplegué todo lo que llevábamos los niños creyeron que eramos la avanzadilla de los Reyes Magos, y las madres temieron que fuese a montar un mercadillo ilegal entre los columpios y el arenero.
Ante mi estupor mi hijo decidió que ese día lo único que le apetecía ere correr de punta a punta del parque, con su frustrada madre arrastrando una juguetería a sus espaldas. 

La última razón por la que no me gusta ir al parque es porque siempre me encuentro alguna madre psicótica. El último caso fue una mamá que vigilaba con preocupación a mi hijo, o mas bien el coche que me hijo llevaba en la mano. El drama se desencadenó cuando vio como mi hijo se metía el coche en el bolsillo del abrigo, juguete que dicha madre confundió con un coche de su hija. Cuando empezó a regañar a mi hijo y a acusarle de intento de robo tuve que intervenir. Con bastante paciencia le intenté hacer comprender que ese coche no era el de su hija, posiblemente se le pareciese,  incluso fuese igual, pero no era el suyo. 
Durante más de diez minutos lo intenté sin ningún resultado, mientras la obstinada mamá defendía la propiedad del vehículo. 
Afortunadamente su hija, preocupada por el color púrpura que iba adquiriendo el rostro de su madre, decidió tomar cartas en el asunto y desvelar que su coche había estado media tarde enterrado en el arenero, y que en ningún momento había corrido peligro.

Esa tarde volví a casa satisfecha por no ser la peor madre del parque, y sobre todo feliz porque al día siguiente yo no tendría que bajar al parque. Ah no, al día siguiente le tocaría vivir su gran aventura semanal al padre de la criatura, porque otra cosa no pero en nuestra casa vivimos en democracia, y los malos tragos nos los repartimos al 50%.

miércoles, 24 de abril de 2013

3 x 1 = 8ª CANDIDATA

Os preguntareis qué profesora de matemáticas tuve para no saber el resultado de 3x1, pero cuando os presente a nuestra octava candidata lo entenderéis perfectamente.

No hay como una madre moderna para arruinar las ilusiones de un niño.
Las buenas madres, tradicionales, convencionales, de manual, decoran los cuartos y las vidas de sus hijos en tonos pastel. Rosas y mariposas para las niñas. Celeste y coches para los niños. 


Las malas madres somos alternativas, nos gusta arriesgar y sobre todo, pasamos olímpicamente del gusto de nuestros hijos. 

Nuestra octava aspirante al título a la Peor Madre del Año es Emma. 


Está re-decorando las habitaciones de sus hij@s, y ha tenido una idea genial. 

Puestos a ser prácticos nada mejor que un vinilo con las tablas de multiplicar, así cuando el niño se acueste en lugar de ver un póster de su futbolista favorito puede repasar la lección. Muy pedagógico. 


Lo de las niñas es casi peor. Ha decidido inculcarles su espíritu ecologista y para demostrar la importancia del reciclaje de residuos les está haciendo unos cabeceros elaborados con palés viejos.


Querida amiga, por ser tan innovadora y no entender que a las niñas les gustan las camas con dosel, y a los niños los póster de equipos de fútbol, vas de cabeza a nuestra lista.

Eres nuestra octava candidata.   
¡¡ Bienvenida !!



domingo, 21 de abril de 2013

¡¡ Y yo con estos pelos !!


Una buena madre hace maravillas con unas tijeras. Corta patrones para confeccionar vestidos y camisas a sus hij@s,  recorta cartulinas de colores para hacer manualidades, e incluso les corta el pelo a sus descendientes sin necesidad de ayuda ajena. 
Yo con las tijeras solo corto las etiquetas de la ropa nueva, y en la mayoría de los casos dejo un agujero tras esta complicada operación, que luego le toca remendar a la abuela. 

Lo cierto es que siempre me pareció tentador y aparentemente sencillo el tema de cortar el pelo, pero mi sensata cobardía me ha impedido acercar unas tijeras a la cabeza de mi hijo hasta la fecha. Lo más cerca que he estado nunca de esta situación fue en octubre, cuando al mes y medio de comenzar el cole descubrimos con horror que el canijo tenía piojos, argggg qué asco solo recordarlo.  Ya me está picando todo el cuerpo. 

Claro, una buena madre sabe que esta posibilidad existe, y conoce un chisme llamado liendrera y una sustancia llamada esencia del árbol del te.Yo por supuesto ignoraba ambas cosas. A lo más que llegaba era a tararear la cancioncilla del anuncio de Filvit de cuando yo era niña, ya sabéis, "Filvit champú, Filvit mamá, para no tener que volverse a rascar", o algo así. 

El caso es que esa mañana horrorosa lo único que se me ocurrió fue mandar a trabajar al padre, avisar en mi trabajo de que estaba en cuarentena y no podía acudir por riesgo de epidemia,  y llamar al abuelo que presto y raudo llegó con su maquinilla (el abuelo es muy apañado y lleva años cortándose el pelo solo).
Después de dejar a mi hijo más preocupado por la pérdida del hogar de sus indeseables invasores que por parecerse al "Niño del Pijama de Rayas" prometí que aquello no volvería a sucederme y que en cuanto pudiese le dejaría largo el pelo. 

Via. Fashion Kids
Ayer le confundieron con una niña, y decidimos que había llegado el momento de pasar por la peluquería. Una mamá me habló de una pelu exclusiva para niños que acaban de abrir en el centro comercial del barrio, y allá que fuimos. 
Ha sido todo un descubrimiento. Al niño le montan en una silla/coche y le ponen dibus, o le dan la opción de jugar con la vidioconsola, mientras en tiempo récord le cortan el pelo sin que se de ni cuenta.  Cuando terminó la peluquera mi hijo seguía jugando y sin intención de bajarse de la silla. La cola de niños ansiosos y madres enfadadas nos obligó a sacarle en volandas, previo pago de la factura y con un regalito sorpresa. 

Me encantaría conocer a quien se le haya ocurrido este negocio porque es un/a genio. 

miércoles, 17 de abril de 2013

7ª CANDIDATA

Nuestra séptima candidata tuvo un sábado inspirado.

Decidió dejar a sus dos hijas con el padre y marcharse 3 horas a la peluquería. 
Perseguía un sueño, parecerse a Gisele Bundchen.

Tranquilas, las malas madres no sufrimos problemas mentales, es solo que somos optimistas por naturaleza y muy coquetas. Sí, bueno, también un poco  ingenuas, porque a estas alturas de la película querer convertirse en top model no está al alcance de cualquiera. 


Cuando mi querida amiga le expuso su proyecto a la  peluquera esta la miró con cierta preocupación. Después le explicó detenidamente la diferencia entre una top model y una licenciada en psicología, y finalmente le detalló el proceso que debería sufrir su cabello para llegar a tener unas mechas californianas, que era lo más parecido a Gisele que le podían ofrecer.

Para aquell@s que no sepáis que cosas son estas mechas o quien es Gisele, os pego un par de  fotos.



Mi querida Ruth, hoy estás aquí, no por querer aclarar tu melena morena, si no por dejar toda la tarde de un sábado a tus hijas y tu marido para irte a perseguir un sueño, y lo que es peor, volver a casa tan morena como te fuiste.

Desde hoy pasas a ser nuestra séptima aspirante a la Peor Madre del Año.

Fotos vía Google. 

domingo, 14 de abril de 2013

Mi querida Princesa Disney...

Via. fondosypantallas.com


¿Quién de vosotr@s no conoce a las hermosas Princesas Disney de esta imagen?

¿Quién no ha visto todas las películas en las que salen? 

¿Quién no fantaseó en su día con vivir una historia igual de intensa y de final tan romántico?





Yo siempre fui leal y firme seguidora de estas Princesas, y de sus historias.
Hasta que un día me dio por pensar qué pasó con ellas el día después de la boda. 
¿Qué fue de su Príncipe encantador?, ¿era tan estupendo como parecía o se convirtió en rana después de algún tiempo?. ¿Las ayudaba a limpiar el castillo o se marchaba de cacería con sus amigotes? . ¿Llevaba los niños al cole y a las clases extra escolares? 
¿Y ellas?, ¿siguieron tan guapas o engordaron unos kilitos cuando dejaron de asistir a fiestas todos los fines de semana?.
¿Fueron sus suegras segundas madrastras en sus vidas, o se quedaban con los nietos cada vez que los reales padres tenías compromisos fuera del reino? 
Y lo más importante de todo, ¿cómo llevan la maternidad? ¿son princesas-madres de manual o las peores princesas-madres de los cuentos?

Como este tema me tenía inquieta decidí escribir a Blancanieves, que siempre fue mi favorita, y esto es lo que me contó. 

- Querida amiga, nosotras, como cualquier otra joven, solo aspirábamos a divertirnos hasta encontrar el príncipe azul. 

Via. estuimagen.com


- El día que creímos encontrarlo nos entregamos a él con devoción y pasión, y te puedo garantizar que aquello cambió nuestras vidas. Ahora somos así de felices...

Via. Dina Goldstein
Via. Dina Goldstein

Princesas Disney, y madres de manual,  al final vienen a ser el mismo cuento de hadas.

Se feliz, haz feliz a quienes te rodean y nunca dejes de reírte. 

Blancanieves.

P.D. Si conoces un buen abogado pásame el teléfono para ver si me lleva lo del divorcio.

martes, 9 de abril de 2013

6ª candidata. De madre a abuela.

Ahora que las peores madres alzamos nuestras cabezas con orgullo y decimos bien alto -sí, yo soy una de esas malas madres que se mencionan en este blog-, no dejan de surgir nuevas candidatas a nuestro premio.

Lo más curioso es que algunas de ellas ya son abuelas, como nuestra sexta candidata, madre de dos hij@s y abuela de 5 niet@s.

Pili es una hacendosa madre/abuela, que cose con esmero, cocina con cariño y mima a su descendencia. Pero a pesar de todo eso también es una de las peores madres (o lo fue hace muchos años).

Ya sabemos tod@s lo malo que son las prisas por la mañana. Vamos a la carrera y al final siempre se olvida algo importante; el bolso de la piscina, las llaves de casa (dentro de casa), e incluso la carpeta con el informe que estuviste redactando hasta la una de la mañana y que tienes que presentar ese día. 
Pero el despiste de nuestra sexta candidata fue mucho peor.

La mañana que se desencadenó el drama su hija de 5 años estrenaba un precioso jersey azul que le llegaba a las rodillas, y que ella le había tejido primorosamente, además de sus leotardos y esos pantalones bombachos que en los ochenta causaban furor infantil. 


Cual no sería la sorpresa al descubrir que la niña se había ido al colegio sin pantalones. Monísima con su jersey largo, que le servía de mini vestido, pero al fin y al cabo sin pantalones.


Habrá muchas que te llamen visionaria, ya que iniciaste lo que luego ha sido la tendencia de los mini dress tricotados, o vestidos jersey, pero para nosotras la querida abuela Pili ha pasado a ser oficialmente la sexta aspirante al Premio a la Peor Madre del Año.


¡¡ Bienvenida a nuestro club !!









domingo, 7 de abril de 2013

ASÍ COSÍA, ASÍ, ASÍ...


Una buena madre sabe coser, zurcir, arreglar los bajos de un pantalón y crear un disfraz de princesa con un paño de cocina remendado y una toalla vieja.
Yo...  yo no soy una buena madre.

El otro día llegó mi hijo del cole con la cinta de colgar el babi rota. Ni corta ni perezosa  decidí tomar la iniciativa de remendarla, ante la mirada preocupada de mi vástago. 
Desde el pasillo observaba atento mi ir y venir a por los utensilios necesarios. 
Ya sabéis, toda buena madre tiene una caja de hilos bien equipada para estos casos. Las madres no tan buenas tenemos una lata preparada con esmero por la abuela.

Pues ya estaba yo lista, sentada en el sofá, con el babi en una mano y la caja encima de las piernas. Me llevó un rato decidir que color era el más apropiado. A mi me encantan los colores alegres; rojos, naranjas, verdes... pero el babi es blanco y azul, así es que opté por ser conservadora y seguir el patrón establecido. Vamos, que cogí el  hilo blanco. 
No sin dificultad enhebré la aguja, y cuando ya estaba dispuesta a empezar me acordé de mi madre, que siempre me dice "es de mala costurera coser sin dedal", mi abuela directamente decía que era de guarras. Sea cual sea el adjetivo adecuado, yo soy una mujer osada y, como no encontré el dedal me puse a la tarea sin protección alguna. 

En ese momento mi hijo ya no pudo resistirse mas y preocupado se plantó delante de mi y me preguntó que qué estaba haciendo. Hasta ese momento le tenía por un niño bastante listo y observador, por lo que no entendía su pregunta.  - Hijo, que voy a hacer, coser  ¿no me ves? -
Lo que no me esperaba era su respuesta, - Mamá, aquí quien cose es la Abuela -. 

Vale que no soy hábil costurera, pero que hasta mi hijo de 3 años lo considere una actividad de riesgo para mi es muy duro.
Como casi todo el mundo, me he cosido un par de veces los calcetines al pantalón mientras los zurcía, distraída con la elegancia de mis imperfectas puntadas,  y uno de sus muñecos tiene cosido un ojo a la altura del ombligo, pero no me parce suficiente para negarme el acceso a la caja de hilos que mi madre con tanto cariño me regaló cuando me fui de casa.

Pero hay consuelo malas madres del mundo, siempre nos quedará una abuela hábil, o madres como Dios manda, y si no ver lo que hacen las amigas de 40ytantas.blogspot.com  ¿es realmente posible????????????

viernes, 5 de abril de 2013

Esta imagen lo dice todo

Estamos de enhorabuena...
¡¡La Peor Madre del Año estrena imagen!!

El diseño hay que agradecérselo a Sergio Torrijos, que con su ingenio y habilidad ha creado esta madre, que tan expresiva resulta y tan bien nos  representa. 
También ha puesto buena dosis de cariño, por lo que le agradecemos de todo corazón su contribución altruista, que le da un toque de especial distinción a nuestro blog. 
Si queréis conocerlo mejor y seguir su obra pinchad aquí https://www.facebook.com/ElParcheDeLaEscafandra

También queremos darle las gracias a Rubén Hidalgo, por su asesoramiento técnico y ayuda en el diseño y programación de los últimos gadgets. 
Aunque su paciencia es finita, su entrega y entusiasmo no lo han sido.

Muchísimas gracias a los dos por vuestra generosa ayuda.


Ah, por cierto, también tenemos página en Facebook https://www.facebook.com/LaPeorMadreDelAno




martes, 2 de abril de 2013

A soplar las velas

Hoy ha sido mi cumpleaños.
Sí, las malas madres también tenemos el defecto de hacernos viejas como el resto del mundo. Pero como todo en esta vida, tiene un contrapunto, y es estar rodeada de gente estupenda que te quiere y te acompaña, y contribuye a que un día cualquiera se convierta en un día especial.

Desde que soy madre "mi cumpleaños" es menos mío que antes. 
Ahora las velas las soplan por mi, y pobre de mi si pretendo impedirlo. Por supuesto las velas se soplan cuatro y cinco veces consecutivas, y mis regalos se abren a la velocidad del rayo sin mi contribución, con los comentarios de mi hijo sobre los mismos - mami un reloj, pufff, mami una camiseta, puff, mami ¿y a ti por que no te regalan super héroes? -

El día comenzó con la serenata telefónica de mi querubín. 
Como al marcharme a trabajar él seguía durmiendo, su felicitación llegó una hora más tarde.
- "Mami te voy a cantar el cumpleaños feliz y en otro idioma". 
A continuación empezó su mini concierto. Primero la canción tradicional, a continuación pasó "al otro idioma" que resultó ser inglés durante la primera estrofa, seguido de un "lailo, lailo, lere, lere". Es lo que tienen los coles públicos no bilingües y los abuelos que escuchan Radiolé, provocan mucha confusión en las mentes jóvenes e inmaduras.

Tras comprobar que seguimos sin hacer progresos en lo musical, decidí bajar a desayunar con mis amigas de la oficina. 


Aquí hago un paréntesis y aprovecho para presumir de amigas, que se han vuelto locas y me han hecho un montón de regalazos. Uno de ellos la tarta que veis, obra y gracia de Camino ¡¡una artista!!

Una vez en casa, y tras el susto de ver correr a mi hijo por la cocina con la tarta  entre sus brazos en precario equilibrio gritando "quiero comer tarta, tengo hambre", hemos merendado en familia. 

Lo mejor, tener a los abuelos y al padre de la criatura entreteniendo a la fiera para que yo pudiese explayarme con el teléfono, ese oscuro objeto de deseo, que no ha parado de sonar.
Lo peor, mi hijo recitando durante diez minutos "ahora no Fernando, ahora no Fernando...", argumento del famoso libro que dio origen a este blog (ver primera entrada).

Gracias a tod@s por acompañarme hoy, en persona, telefónicamente u on-line porque habéis convertido un día cualquiera en algo memorable. 


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