jueves, 23 de mayo de 2013

La peor madre versión fitness - nueva imagen

Gracias a Sergio, el talentoso creador de la imagen gráfica de La Peor Madre del Año, ésta se viste de sport y se calzas sus zapatillas deportivas. 

Ahora sus peripecias en el gimnasio irán acompañadas de esta imagen




Gracias por colaborar con el blog y por poner tu talento y creatividad a nuestra disposición.

¡¡ La peor madre del año te adora !!

Besotes. 

lunes, 20 de mayo de 2013

En el paso de cebra.

Hoy he visto en acción a una buena madre, y he entendido por que nos deslumbran y nos causan tanta admiración.
Yo iba en coche y me he parado en un semáforo en rojo. Puntualización, calle muy ancha con dos carriles en cada sentido.
Entonces ha aparecido ella, en una mano su hijo de 4/5 años, en la otra la correa del perrito.  
De repente el perro ha decidido hacer sus necesidades en medio del paso de cebra (el medio equidistante), y en menos de un minuto, con una elegancia inaudita, la mamá ha sacado una bolsita, ha recogido la deposición, y todo esto sin soltar al niño ni al perro.
En el ultimo segundo ha terminado de cruzar la calle sin despeinarse ni interrumpir el tráfico. 
Todavía estoy tratando de asimilarlo ¿cómo lo ha hecho? Si lo pienso despacio estoy casi convencida de que le ha salido un brazo articulado de la espalda que es el que se ha encargado de la recogida.

Via. desmotivaciones.es
Pero la pregunta más importante de todas es  ¿qué hubiese hecho yo?

En mi mente veo claramente dos escenarios posibles.

1º. Dejo allí el regalito, pongo cara de "no ha pasado nada" y tiro del niño y del perro paso de cebra adelante lo más dignamente posible.

2º. Paro a recoger el presente. El niño sale corriendo en una dirección y el perro en la contraria, y yo con la bolsita en la mano sin saber a cual de los dos seguir. 

Solo puedo decir, menos mal que no tengo perro. Si alguna vez se me pasa por la cabeza regalarle uno a mi hijo releeré este post cinco veces seguidas. 

martes, 14 de mayo de 2013

Razones para odiar a mi entrenador personal

Ya sabéis que mis amigas siempre me llevan por el mal camino, y esta vez no podía ser distinta. 
Yo vivía feliz sin mover un dedo desde que nació mi hijo, acumulando kilos y experiencia.
Tenía el trabajo repartidito; el niño la lavadora, el padre el lavavajillas, la abuela la plancha... yo jefa y señora coordinando su trabajo. Hasta que una amiga hizo "un gran descubrimiento". Enfrente de la oficina nos abrían un pequeño gimnasio. Fueron tres a verlo y volvieron encantadas, - está fenomenal - me decían, - tendremos un entrenador personal solo para nosotras 4, - elegimos días y horarios que somos de las primeras, - nos hace un programa a medida para adelgazar... vamos, una propuesta imposible de rechazar.  
Entonces llegó el primer día y allí estaba plantado Julián con su sonrisa más irresistible. Ya me dio mala espina que nos hiciese la ficha mientras caminábamos sin parar en la cinta. Vaya modales. Yo esperaba una charlita relajada, unos cafés, alguna pastita... pues no, - hola chicas, a la cinta. 


A continuación nos preguntó lo que habíamos comido. Nuestros menús eran de los más variados, desde nada, pasando por un yogur caducado, hasta el socorrido sandwich de pavo. No dirá que le engañamos.

Como era el primer día fue discreto y no nos preguntó el peso, pero no tengo esperanzas de que nuestra buena suerte dure mucho más. 

Después de la cinta un circuito, después del circuito la cinta, luego otro circuito y más cinta. Fue la hora mas larga de mi vida, y todo acompañado de sus ánimos y sus sonrisas. 

Lo peor, un aparato con barras, poleas y espejo que nada envidia a los del cuarto de juegos del Sr. Grey (el de las 50 sombras) y que acabó con nuestra ya extinta energía. 


En ese preciso momento empecé a odiar a mi entrenador personal. 
Imposible escaquearse un nanosegundo. Cuando hacías el amago de pararte ahí estaba él, incorruptible. 

La vuelta a casa, tras la promesa de volver dos días después, fue muy dura. Levantarse al día siguiente fue peor. No había músculo que no me doliese. 

El segundo día llegó antes de lo esperado y, aunque parezca mentira, fue infinitamente peor que el primero. Julián nos presentó la elíptica y nos infló a sentadillas. 
Además nos hizo prometer que durante el fin de semana también haríamos 2 horas de ejercicio, dejando muy claro que ir de compras calle arriba calle abajo no entra dentro de esa categoría. ¡¿Cómo se puede ser tan cruel?!

También nos insistió mucho en la importancia de merendar fruta después de nuestras sesiones. Las fresas son muy recomendables, lo que no le pareció tan acertado fue mi sugerencia de acompañarlas de chocolate fundido. ¡Qué quisquilloso!

Sospecho que tiene un plan. Somos su reto y se ha propuesto ponernos en forma para demostrar que es un entrenador excelente, a prueba de vagas redomadas, o quizás pretende hacernos correr una maratón en septiembre, o algo peor, el próximo triatlón, de lo contrario no tiene sentido que nos tome tan en serio. 

Yo era una persona feliz, dormía bien, roncaba a pierna suelta... ahora por las noches tengo pesadillas y hablo en sueños, grito - no Julián, lo prometo, no he tocado los mandos, sigo a velocidad 6 intensidad 5 -, o suplico, - por favor, por favor, déjame bajar de la elíptica.

No obstante, mi naturaleza optimista me hace ver que todo esto ha traído dos cosas buenas. 
1ª. Se me va a poner un tipo estupendo, a lo Maddona, porque si seguimos así me veo tomando esteroides y con músculos hasta en las pestañas. 
2ª. Esto me ha unido más a mi hijo. Ahora entiendo sus miradas suplicantes y sus ruegos después de las clases de gimnasia, - mami desapuntame de multi. 

¿Y quién me desapunta a mi del gimnasio?

Lo que mi entrenador no sabe es que tengo un objetivo. Me he propuesto buscarle tantos clientes como sean necesarios para tenerle agotado, y que cuando nos toque a nosotras la clase no le queden ganas de asegurarse de si he manipulado accidentalmente la velocidad de la cinta mientras él andaba despistado.

¿Qué decís? ¿os apuntáis al gimnasio?







domingo, 12 de mayo de 2013

9ª candidata. Al filo de lo imposible.


Nuestra novena candidata al premio a la Peor Madre del Año es la más intrépida de las mamás. Es como si Jesús Calleja y los de "Al filo de lo Imposible" hubiesen tenido un bebé. 
Así de osada es mi amiga Marga. 

Mujer activa y deportista ha decidido que sus hijos deben seguir su ejemplo, y para ello nada mejor que lanzarlos a la aventura sin red ni paracaídas. 
Es el único caso que conozco en el que los niños con año y medio ya son autónomos para ir al baño sin necesidad de pañales.

El otro día me contó que su hija de 4 años ha aprendido a nadar en 4 meses. Ya no necesita ni manguitos, ni flotador, ni churro. No me he atrevido a preguntarle como ha conseguido este hito en tan breve espacio de tiempo por miedo a su respuesta.

Via. sanetynegrals.es
Después de explicarme como su hija de 3 años aprendió a montar en bici sin ruedines todavía tengo pesadillas.
Imaginaos la situación. El día más feliz del año, el que más ilusión te hace desde que eres bien chiquit@, EL DIA DE REYES. 
Pues a su hija de tres años los Reyes Magos de Oriente le trajeron una bicicleta. 
Como la crisis nos afecta a tod@s por casi igual, y las prisas no son buenas (una noche y miles de millones de regalos por repartir es ardua tarea), pues los Reyes se olvidaron los ruedines de la bici. 
Vete a saber, igual fue el regalo sorpresa de algún niño menos afortunado o con una madre más prudente.

El caso es que la dulce niña estaba feliz y deseosa de estrenar su bici nueva, y como su madre no sabe lo que es el miedo, allá que lanzó a la niña sobre la bici nueva calle adelante. He visto el vídeo y os aseguro que da mas miedo que El Exorcista.
Afortunadamente l@s hij@s de mi amiga son supervivientes y deportistas natos. Después de unos minutos de terror absoluto la niña salió pedaleando como Indurain en sus mejores tiempos. 

Conclusión, los mejores deportistas del mañana serán los hijos de las osadas Peores Madres del presente.

Querida Marga, eres nuestra novena aspirante. 


jueves, 9 de mayo de 2013

YO CONFIESO

1. Cada día echo a suertes con el papá de la criatura quien lo baja al parque.
2. Uso la tele como niñera. Eso sí, sin mucho éxito porque a mi hijo le gusta muy poco.
3. Se me alegra el día cuando los abuelos tienen la feliz idea de llevarse a la fiera de paseo.
4. Cuando celebro un cumple no me acerco a la cocina. Compro la tarta que mas chocolate tenga en la pastelería más próxima. 
5. Los disfraces no los hago,  los compro o los pido prestados.
6. Totalmente de acuerdo en la importancia de la actividad física. Por eso pago a mi hijo clases de multideporte. ¿Yo en chándal? por favor...
7. Cuando mi hijo se despierta por la noche espero hasta tres llamadas con la esperanza de que se vuelva a dormir y así no tener que levantarme. Esperar que lo oigo su padre es creer en los milagros.
8. Solo conozco a 5 niñ@s de la clase de mi hijo y no recuerdo el nombre de ninguno de sus padres. 
9. No me importa que la profe de mi hijo sea estricta y grite de vez en cuando. Con 21 niños y 4 niñas de 3 años en clase yo gritaría muy a menudo.
10. Quiero a mi hijo con todo mi corazón, pero ser madre no anula el resto de facetas de mi vida.

domingo, 5 de mayo de 2013

¡¡ FELIZ DÍA DE LA MADRE !!

Queridas malas madres, hoy toca sacar pecho y presumir de haber dado a luz como mínimo una vez, haber sufrido dolores indescriptibles y tener una cicatriz en sitios de difícil acceso.

No es que el resto del año no lo hagamos, sobre todo cuando pillamos a alguna primeriza desprevenida y nos regodeamos con los detalles de nuestra experiencia particular (qué pesadas nos ponemos a veces). 

Pero hoy es nuestro día, el de las MADRES, buenas, malas y regulares. 
En este día tan especial no hay que olvidar los detalles, porque todo cuenta. 
No vale con el beso mañanero de tu retoño que te felicita "espontáneamente"  bajo la atenta mirada de su padre. 
No vale porque mañana lunes las buenas madres te preguntarán qué te ha regalado tu hijo, y pobre de ti si les dices -  nada - con cara de pena, o - un beso - con cara de satisfacción.
Si esa es la verdad, MIENTE. Miente vilmente para no ser menos que el resto en un día tan especial. - Mi hijo me ha hecho una réplica a escala de la  Diosa Cibeles, hecha con palillos mondadientes. Sí tiene 3 años, ¿qué pasa? ¿el tuyo no sabe?
O... - me ha hecho un retrato al oleo de aires cubistas que vamos a colgar en el salón. Eso sí, cuando nos lo devuelvan los expertos del Thyssen que están valorando si lo incorporan a la exposición itinerante de Primavera. 

Y si andas falta de imaginación siempre te queda el recurso de Internet. 
Una amiga me pasó una web que me ha encantado. Tiene mil recursos para este día tan especial y otros tantos para el resto del año. 

Por lo pronto me he asegurado un diploma que me acredita como Supermamá y que voy a colocar en mi mesa el lunes en cuanto llegue a la oficina.

Si vosotras no queréis ser menos ahí os dejo el enlace. 

Eso sí, por favor contadme lo que os regalan vuestr@s hij@s y sobre todo pasad un 


 ¡¡ MUY FELIZ DÍA DE LA MADRE !! 


Via. euroresidentes.com

http://dibujos-para-colorear.euroresidentes.com/2013/04/diploma-para-el-dia-de-la-madre.html
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